El temblor funcional es el tipo más frecuente de trastorno del movimiento funcional. Suele cursar con sacudidas incontrolables de una parte del cuerpo, normalmente un brazo o una pierna. Esto se debe a que el sistema nervioso no funciona correctamente, pero no se produce por una enfermedad neurológica estructural o degenerativa subyacente.
A veces, el temblor funcional se confunde con otras enfermedades que cursan con temblor, como el temblor esencial o la enfermedad de Parkinson. En ´estas últimas sabemos que hay degeneración de las neuronas cerebrales, pero en el temblor funcional no. Esto significa que un temblor funcional es un problema reentrenable y potencialmente reversible, puede mejorar y a veces desaparecer por completo, aunque no existe un “tratamiento mágico ni fácil”.
Un temblor es un movimiento rítmico de un brazo, una pierna u otra parte del cuerpo, como la cabeza. El temblor funcional se caracteriza porque suele ser variable, aparece y desaparece a lo largo del día. También es variable en su intensidad, puede hacerse más intenso en ocasiones y cambiar de velocidad. Como en muchos TNF, el temblor suele aparecer con el movimiento voluntario y desaparece o mejora con la distracción. Esto es muy difícil de ver por el propio paciente, de hecho las personas que tienen temblor funcional tienen la creencia de que el temblor es continuo todo el día, pero si se coloca un sensor en la muñeca, podemos ver que no es así (este estudio lo demuestra). Pero la forma más fácil es que un familiar observe cómo en ciertas ocasiones la persona no tiembla, y en otras sí.
Puede ser muy incapacitante, ya que los movimientos no pueden controlarse (es decir, son involuntarios) y suelen aparecer cuando la persona intenta hacer un movimiento voluntario y empeoran cuando intenta controlarlo voluntariamente. El temblor funcional suele empezar de repente (de un día para otro), pero también puede ser gradual.
A veces existe un desencadenante que activa el desarrollo de un temblor funcional por el cerebro:
El diagnóstico del temblor funcional suele realizarlo un neurólogo. Puede ser un diagnóstico especialmente difícil porque requiere un conocimiento experto de todos los tipos de temblores que ocurren en las enfermedades neurológicas, muchos de los cuales son inusuales.
El diagnóstico, como en todos los trastornos del movimiento funcional, se debe basar en signos positivos en la exploración fisica. Las pruebas complementarias en los TNF suelen ser normales y sirven para descartar otras patologías, pero nunca confirman el diagnóstico de un TNF. Los siguientes son algunos signos que buscaría un neurólogo para diagnosticar el temblor funcional:
A veces el neurólogo puede grabar un vídeo (con tu consensimiento) durante la exploración de estos signos para enserñártelo después, y justificar los signos por los que hace el diagnóstico.
Es bastante común que las personas con TNF y otros trastornos funcionales, así como otras afecciones neurológicas, experimenten un tipo de temblor que pueden sentir en su interior pero que otras personas no pueden ver. A veces se denomina “temblor interno”. Se trata de un temblor muy leve que a la gente le cuesta ver.
El temblor interno puede ser muy molesto para algunas personas, y puede ser de ayuda saber que otras personas lo padecen. En el contexto de un TNF, su mecanismo, como el de muchos otros, probablemente esté relacionado con una activación del “interruptor” mediante el que el cerebro percibe el movimiento y las sensaciones corporales internas.
De hecho, es normal tener un temblor muy leve si se extienden las manos hacia delante, sobre todo si la persona está nerviosa. Es lo que se denomina temblor fisiológico. En algunas personas, el temblor interno se produce porque el cerebro es consciente de ese proceso y, con el tiempo, se “amplifica” como parte del trastorno funcional.
Consulte las páginas sobre tratamiento de este sitio web.
Es esencial que confíes que el diagnóstico es correcto. Si no es así, será difícil poner en práctica las técnicas de rehabilitación sugeridas aquí.
Si no crees que tienes un temblor funcional, debes analizar en qué se ha basado el diagnóstico. Deberías tener algunas de las características clínicas descritas anteriormente. Si es así, ¿por qué no confías en el diagnóstico que te han dado?
No es necesario estar estresado para tener temblor funcional. De hecho, el temblor funcional suele ser más evidente cuando la persona está relajada o no piensa en nada en particular. ¿Quizás rechazaste el diagnóstico porque el médico sugirió que estaba “relacionado con el estrés”? Puede que haya habido un malentendido si ese fue el caso. Sabemos que muchos pacientes con temblor funcional tienen estrés como causa o factor que empeora sus síntomas, pero muchos no. Así que el hecho de que hayas estado estresado o no, no es relevante para el diagnóstico.
Además, algunos médicos todavía no han recibido la formación específica en la concepción actual de estos trastornos, por lo que si realmente el diagnóstico ha sido “exclusivamente relacionado con el estrés” y tienes un temblor invalidante, nuestra recomendación es que consultes a un neurólogo con interés en Trastornos Neurológicos Funcionales (TNF).
(Gracias a Glenn Nielsen, fisioterapeuta del Instituto de Neurología de Londres)
Antes de practicar seriamente todas estas técnicas, es muy importante que entiendas bien el diagnóstico, por lo que te recomendamos que leas bien esta web y la “interiorices”. Puede ser útil el apartado “entender el diagnóstico“. No pasa nada si tardas un tiempo, pues hay que cambiar el modelo de enfermedad que has venido creyendo durante todo este tiempo (el cerebro puede necesitar tiempo para asentar y asimilar conceptos).
Todas las técnicas deben practicarse repetidamente, y muchas parecerán imposibles o difíciles al principio. Estás intentando romper un “hábito” de tu cerebro, lo cual no es fácil.
Echa un vistazo a los vídeos de médicos haciendo estas pruebas en la exploración.
En las páginas de tratamientos encontrarás más información sobre tratamientos específicos que pueden ser relevantes para ti.
En algunos pacientes, el temblor funcional puede estar especialmente relacionado con la ansiedad. Los sentimientos de ansiedad suelen estar relacionados con el propio temblor: ¿qué pensará la gente de mí? ¿Voy a empezar a temblar por todas partes? ¿Será vergonzoso?
Muchos pacientes con temblor funcional no tienen ansiedad, pero si tú la tienes, puede ser importante afrontarla y buscar un tratamiento específico dirigido a controlar la preocupación excesiva. Esto a veces puede ayudar.
Algunos pacientes afirman que los episodios de temblor funcional ayudan a “deshacerse” o “descargarse” de síntomas de malestar, como tensión y mareo. No quieren que el temblor aparezca, pero reconocen que cuando lo hace (si ocurre en forma de “episodios”) parece disminuir esas sensaciones desagradables. Si este es tu caso, puede ser útil que hables de ello con el profesional sanitario que te trata.
A veces, bajo hipnosis, el temblor puede mejorar y es posible que puedas aprender autohipnosis para practicarla en casa.
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