Pero, ¿por qué se desarrolla ese mal-funcionamiento cerebral? Existen muchos factores potenciales que pueden hacer a una persona más vulnerable a los TNF. Estos factores los dividimos en:
Además, estos factores pueden ser:
El cerebro es tan complejo que es entendible que pueda mal-funcionar por la interacción de todos estos factores. Esto es lo que se llama “modelo biopsicosocial de la enfermedad”. No sólo ocurre en los TNF, toda enfermedad tiene también una dimensión psicológica y social. Por ejemplo, un paciente con esclerosis múltiple que se sienta muy desanimado y/o tenga problemas económicos, es posible que experimente síntomas mas graves que otro paciente con esclerosis múltiple con buen estado de ánimo y sin otros estresores vitales.
No obstante, estos modelos no son del todo perfectos, ya que muchos de estos factores también son relevantes en la génesis de otros síntomas no funcionales. Además, no está claro por qué una persona con dichos factores de vulnerabilidad presenta síntomas de debilidad y otra persona desarrolla un temblor. Algunas hipo´tesis sobre la generación de algunos síntomas están explicados en el apartado correspondiente (see weakness, sensory symptoms, seizures, movement disorder).
Este dibujo muestra los factores que pueden ser relevantes en la vulnerabilidad, desencadenamiento o perpetuación de los síntomas funcionales. Pero es muy importante saber que estos factores pueden variar enormemente entre individuos. Factores que son muy relevantes para unos pueden no ser nada relevantes en otros. Un ejemplo son los factores psicológicos, que pueden existir o no, son sólo un factor de riesgo más.
Por ello, es importante saber que:
Vamos a examinar alguno de estos aspectos con más detalle.
Los estudios realizados muestran que los pacientes con TNF tienen con más frecuencia antecedentes de eventos vitales estresantes en la infancia o historia de abuso físico o sexual (de 2 a 4 veces más que la poblacion sin TNF). No obstante, aun así, la mayoría de pacientes con TNF no han tenido dichos antecedentes.
Pero, ¿cómo pueden estos eventos hacer a alguien más vulnerable a padecer un TNF? Algunos motivos pueden ser:
Si has experimentado estas sensaciones y has tenido eventos vitales estresantes, puedes pensar que el cerebro se ha quedado con este tipo de secuela. Pero afortunadamente no es así. El tratamiento puede ayudar a identificar los factores por los que el cerebro se disocia y ayudar a re-entrenarlo para evitar esta respuesta anómala. Esto ayuda a conocer cómo funciona tu cerebro y a controlar dichos síntomas de forma más sencilla.
Pero también existen otros factores biológicos de vulnerabilidad. Por ejemplo, padecer migraña (implica un cerebro más irritable a estímulos) o hiperlaxitud articular (algunos especialistas tambie´n lo llaman síndrome Ehlers Danlos tipo 3) también otorgan vulnerabilidad a padecer un TNF. De hecho, padecer otra enfermedad “estructural” es el factor de riesgo más frecuente para los TNF.
Otro factor de riesgo son los rasgos de personalidad. Los pacientes con TNF suelen tener una personalidad más perfeccionista y obsesiva, que los convierte en muy buenos y eficaces en su trabajo por su minuciosidad. No obstante, también les hace más difícil “dejar pasar” o borrar programas mal aprendidos en sus circuitos cerebrales, que están estancados como parte del TNF. También aquellas personas acostumbradas a ser “muy activas” y “poder con todo” suelen llevar mal tener una enfermedad menor que les ralentice, o bien no son buenas en reconocer que se estaban agotando. Esto puede ser uno de los motivos por los que terminan de colapsar.
Algunos factores que pueden precipitar el inicio de los síntomas funcionales son:
No obstante, hay otros pacientes que no refieren encontrar un evento desencadenante. Según refieren, el síntoma vino espontáneamente “de la nada”.
Todas las personas desarrollamos síntomas funcionales en algún momento, en base a errores de predicción que hace nuestro cerebro y mala integración de la información. Pero en los pacientes con TNF, existen factores que perpetúan e impiden la recuperación espontánea. Algunos ejemplos son:
Una sugerencia es pensar en todo esto e intentar identificar qué factores pueden ser relevantes en tu caso. Además, te recomendamos leer el apartado de tratamiento, para ver cómo podemos manejarlos.
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