¿Qué son los síntomas sensitivos funcionales?

Los síntomas sensitivos funcionales implican síntomas sensoriales en cualquier parte del cuerpo que se deben a que el sistema nervioso no funciona correctamente. No están causados por daño o enfermedad estructural del sistema nervioso.

Los pacientes con síntomas sensitivos funcionales pueden experimentar lo siguiente:

• Sensación alterada en un lado del cuerpo, que suele afectar a la cara, el brazo y/o la pierna en varias combinaciones. A veces se denomina “síndrome hemisensitivo”. La alteración sensitiva facial por sí sola también es bastante frecuente.
• Sensación de que una extremidad no les pertenece o “no forma parte de ellos”.
• Sensaciones difusas fugaces, como espasmos, zumbidos o descargas eléctricas.
• A veces pueden presentarse síntomas visuales, como visión borrosa intermitente y visión doble, y debilidad de las extremidades (véase “Debilidad funcional de las extremidades“) en el mismo lado que los síntomas sensoriales.

Para el paciente y el médico, estos síntomas pueden ser alarmantes. Pueden hacer pensar que has sufrido un ictus o tienes una esclerosis múltiple. Sin embargo, los síntomas sensitivos funcionales no se deben a daños en el sistema nervioso (es estructuralmente normal), solo que no funciona bien, lo que significa que pueden mejorar o incluso desaparecer por completo.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

El diagnóstico de los síntomas sensoriales funcionales suele realizarlo un neurólogo.

Cuando el médico escucha tu historia y te examina, puede reconocer los síntomas como funcionales. En la exploración, el médico puede observar que la sensibilidad en la zona afectada está reducida. Además, puede haber una debilidad funcional asociada a la alteración sensitiva. El patrón de esta debilidad y de la alteración sensitiva, asociado a signos visibles durante la exploración, permiten al médico hacer un diagnóstico positivo de su enfermedad.

Las exploraciones y pruebas normales ayudan a descartar otras enfermedades, pero el diagnóstico lo debe hacer un neurólogo durante la primera consulta.

¿Cómo se producen los síntomas sensitivos funcionales?

Los síntomas sensitivos funcionales aparecen por motivos diferentes en cada persona. Los motivos son muy similares a los que causan la debilidad funcional. Ver ¿cómo se producen? Por ejemplo:

• Después de una lesión / dolor. Las personas parecen especialmente vulnerables a los síntomas sensitivos funcionales después de una lesión física o si tienen mucho dolor. Los estudios de pacientes con dolor crónico muestran que las alteraciones sensitivas funcionales inesperadas (que suelen producirse en una mitad del cuerpo) son bastante comunes. A veces, los síntomas sensitivos funcionales forman parte de otra enfermedad denominada síndrome de dolor regional complejo (SDRC).
  
• Con hiperventilación. Además, es especialmente frecuente que los síntomas sensitivos funcionales se presenten junto con síntomas de mareo y falta de aire intermitente. Los estudios con voluntarios han demostrado que si se pide a 100 personas que respiren rápidamente durante un periodo de tiempo (hiperventilación), la mayoría presentará síntomas sensitivos, normalmente hormigueo en los dedos, cuero cabelludo o alrededor de la boca. Se cree que esto se debe al efecto sobre las terminaciones nerviosas del bajo nivel de dióxido de carbono (CO2) que se produce durante la hiperventilación. Curiosamente, en una pequeña proporción de voluntarios, la hiperventilación provoca entumecimiento en un lado del cuerpo.
  
• Una enfermedad con mucha fatiga o reposo en cama. Los síntomas sensitivos pueden desarrollarse lentamente en personas que sufren mucha fatiga o agotamiento. En algunos pacientes, un reposo excesivo (por ejemplo, una infección viral y encamamiento) puede desencadenar los síntomas. Esta situación puede coincidir con el síndrome de fatiga crónica.
  
• Después de un episodio de disociación/ataque de pánico. Los síntomas sensitivos funcionales, como entumecimiento y hormigueo, suelen ir acompañados de otros síntomas, como aturdimiento y disociación (sensación de que las cosas que te rodean están distantes o desconectadas). La disociación es algo parecido a un trance y se describe en esta otra página de esta web. A veces estos episodios son muy aterradores, sobre todo si surgen “de la nada” y pueden provocar un ataque de pánico. Una vez superado el ataque de pánico, puede quedar la sensación de que una mitad del cuerpo “no está bien”, tal vez pesada o con hormigueo.
  
• Migraña. Algunas personas con migraña experimentan síntomas sensitivos previos o durante la crisis de dolor de cabeza. A veces, los pacientes con síntomas sensitivos funcionales describen un ataque que parece migraña com odesencadenante, tras el cual los síntomas sensitivos persisten. En estos casos, la migraña ha sido el desencadenante del TNF.
  
• Sin causa evidente. Puede que no haya un desencadenante claro, del mismo modo que puede ocurrir en otras enfermedades, como la migraña. Algunas personas con migraña sólo tienen crisis de dolor cuando están cansadas o estresadas, mientras que otras los tienen sin motivo alguno.