Los síntomas sensitivos funcionales implican síntomas sensoriales en cualquier parte del cuerpo que se deben a que el sistema nervioso no funciona correctamente. No están causados por daño o enfermedad estructural del sistema nervioso.
Los pacientes con síntomas sensitivos funcionales pueden experimentar lo siguiente:
Para el paciente y el médico, estos síntomas pueden ser alarmantes. Pueden hacer pensar que has sufrido un ictus o tienes una esclerosis múltiple. Sin embargo, los síntomas sensitivos funcionales no se deben a daños en el sistema nervioso (es estructuralmente normal), solo que no funciona bien, lo que significa que pueden mejorar o incluso desaparecer por completo.
El diagnóstico de los síntomas sensoriales funcionales suele realizarlo un neurólogo.
Cuando el médico escucha tu historia y te examina, puede reconocer los síntomas como funcionales. En la exploración, el médico puede observar que la sensibilidad en la zona afectada está reducida. Además, puede haber una debilidad funcional asociada a la alteración sensitiva. El patrón de esta debilidad y de la alteración sensitiva, asociado a signos visibles durante la exploración, permiten al médico hacer un diagnóstico positivo de su enfermedad.
Las exploraciones y pruebas normales ayudan a descartar otras enfermedades, pero el diagnóstico lo debe hacer un neurólogo durante la primera consulta.
Los síntomas sensitivos funcionales aparecen por motivos diferentes en cada persona. Los motivos son muy similares a los que causan la debilidad funcional. Ver ¿cómo se producen? Por ejemplo:
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