Las personas con síntomas neurológicos funcionales pueden tener síntomas que afectan a la cara. Estos síntomas son mucho más frecuentes de lo que se pensaba incluso hace 10 ó 15 años, aunque en realidad se reconocen desde hace más de un siglo.
El tipo más común de síntoma facial funcional es cuando hay espasmo de los músculos alrededor de un ojo o en la mitad inferior de la cara. Normalmente, el espasmo facial funcional se produce a episodios y afecta a una mitad de la cara. Los músculos que rodean el ojo (llamado músculo orbicular) entran en espasmo, lo que provoca un estrechamiento de la abertura ocular con la ceja más baja en el lado afectado (véase la imagen siguiente).
Cuando el espasmo facial funcional afecta a la mitad inferior de la cara, la comisura de la boca puede estar hacia abajo y, a veces, la mandíbula está desviada (véanse las imágenes de Lucy). La boca se tira hacia abajo debido al espasmo de un músculo llamado platisma, que es el músculo que todos tenemos bajo la piel en la parte delantera del cuello. Con menor frecuencia, la comisura de los labios puede estar levantada.
Cuando la boca se tira hacia abajo esto puede dar a la persona con este problema una apariencia asimétrica que a menudo se interpreta erróneamente como debilidad facial. Los médicos que no conocen el espasmo facial funcional pueden interpretar los síntomas como una parálisis facial y sospechar un ictus o un derrame cerebral.
Estas fotos muestran que la mandíbula de Lucy tiende a desplazarse hacia el lado derecho de la boca. Además, tiene un espasmo del músculo platisma derecho que le tira del labio hacia abajo en ese lado.
Haz clic en el siguiente vídeo para ver a Lucy hablando de su espasmo facial. También tiene debilidad en el brazo y la pierna derechos. Puedes ver una exploración de Lucy sobre su debilidad funcional de las extremidades en el apartado correspondiente.
Agradecemos a Lucy que haya accedido a que sus fotos aparezcan en en esta web. Puede escuchar a Lucy describiendo sus síntomas en este programa de Radio 4 de la BBC, Inside Health, emitido en octubre de 2012.
El espasmo facial funcional puede aparecer por sí solo, pero también es bastante común que se presenten algunos de los otros síntomas de este sitio web, especialmente la debilidad funcional de las extremidades. Si hay debilidad funcional de las extremidades, casi siempre está en el mismo lado que el espasmo facial, un hecho que interesa a los científicos que intentan comprender la base de los síntomas neurológicos funcionales.
Aunque la mayoría de los episodios de espasmo facial funcional duran minutos, pueden durar horas o, en raras ocasiones, estar presentes la mayor parte del tiempo.
A veces, la lengua también puede estar implicada en el espasmo. Normalmente, si esto ocurre, cuando la lengua se saca, apunta hacia el mismo lado que el espasmo facial. Los siguientes vídeos se han publicado con el permiso de María, que tiene un espasmo facial funcional inusualmente persistente en el lado derecho de la cara. También tiene episodios de espasmo intermitente en el lado izquierdo que pueden inducirse contrayendo los músculos faciales.
Es poco frecuente. Una de las situaciones en las que puede observarse es cuando alguien tiene un trastorno funcional del habla. Algunos pacientes se dan cuenta de que no pueden cerrar la boca correctamente cuando hablan y esto puede interpretarse como debilidad facial.
En el espasmo facial funcional, aunque el músculo que rodea el ojo está hiperactivo, el párpado en sí no suele verse afectado. Pero a veces un párpado caído, llamado ptosis, puede ser el resultado de un trastorno neurológico funcional. Hay que tener especial cuidado al hacer este diagnóstico, ya que existen muchas causas de ptosis, como enfermedades como la miastenia gravis, la laxitud de la piel del párpado y las enfermedades cerebrales.
En ocasiones, los párpados, en lugar de estar débiles como ocurre en la ptosis, pueden mantenerse cerrados y al paciente le resulta difícil abrirlos. La causa más común de esto es una afección llamada blefaroespasmo, que es un trastorno del movimiento que no está relacionado con trastornos funcionales. Pero en raras ocasiones, el blefaroespasmo puede tener una causa funcional. Puede ser particularmente incapacitante ya que, obviamente, si ambos párpados están cerrados, la persona que experimenta este síntoma no puede ver correctamente.
Una vez más, el diagnóstico debe realizarlo un neurólogo que tenga experiencia en trastornos del movimiento y trastornos funcionales.
Es importante que el médico que realice el diagnóstico esté familiarizado con otras causas de espasmo facial. Por ejemplo, el espasmo hemifacial causado por la irritación del nervio facial, los espasmos faciales provocados por la parálisis facial (sincinesias) y otras causas raras de distonía facial.
Una de las principales diferencias es que los espasmos provocados por otras enfermedades suelen ser bastante breves (es decir, duran segundos), mientras que en el espasmo facial funcional la hiperactividad dura minutos o más. Existen otros signos positivos que un neurólogo experimentado puede detectar en la exploración, como el patrón del espasmo, los factores desencadenantes y los síntomas asociados.
Recuerda que el diagnóstico de un espasmo facial funcional se basa en hallazgos de signos positivos en la exploración, no es un diagnóstico de descarte porque todas las pruebas sean normales.
Es fundamental entender en qué consiste el diagnóstico de un TNF. Para algunas personas, puede suponer una gran diferencia saber que el problema es de hiperactividad muscular en la cara y no una parálisis.
Reconocer los factores desencadenantes, como el contraer voluntariamente los músculos faciales o, en algunas personas, la sensibilidad a la luz, puede ser útil. Si los movimientos anormales se desencadenan al “estirar” los músculos faciales, puede resultar recomendable evitar esa actividad. En lugar de ello, puede que merezca la pena intentar inducir el movimiento deliberadamente para que el cerebro se “desensibilice” de él, de forma que pueda controlarlo (en lugar de estar a merced de episodios aleatorios). Del mismo modo, si el problema es la sensibilidad a la luz, puede ser útil exponer gradualmente el ojo a más y más luz.
A diferencia de algunas formas de distonía, las inyecciones de toxina botulínica (Botox) no parecen ser útiles para el espasmo facial funcional.
Es bastante común que los pacientes con espasmo facial funcional tengan otros síntomas funcionales, especialmente debilidad funcional de las extremidades.
En algunos pacientes, la comprensión del diagnóstico parece ayudar al “reentrenar el cerebro” que ha desarrollado un movimiento anormal en relación con los movimientos faciales (véase el diagrama siguiente).
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