Es común tener síntomas urinarios junto con otros trastornos funcionales, sobre todo con dolor de espalda agudo o crónico. Los síntomas urinarios más frecuentes son:
Como ocurre con todos los síntomas funcionales, es esencial que se evalúen adecuadamente. En estos casos, el Neurólogo y el Urólogo deben trabajar juntos para evaluar los síntomas de la vejiga, para saber si existe un problema estructural o lesión en el aparato urinario o en el sistema nervioso que controla la vejiga. En el caso de que no se encuentre una patología estructural, podría tratarse de síntomas urinarios funcionales.
No obstante, no es raro que alguien descubra que tiene síntomas vesicales para los que no existe una explicación clara. A menudo, las pruebas complementarias no ven lesión, pero el paciente recibe el diagnóstico de inestabilidad del detrusor, síndrome de vejiga hiperactiva o síndrome de vejiga irritable. En estos casos, se trata de un trastorno funcional en el que el cerebro provoca que el músculo de la vejiga esté inusualmente activo, lo que provoca un deseo de orinar con frecuencia y urgencia. Este problema es el equivalente en la vejiga al síndrome del intestino irritable (que es un trastorno funcional digestivo). Se trata de una auténtica afección relacionada con el control nervioso de la vejiga.
De hecho, pacientes con estos trastornos urinarios funcionales presentan de forma más frecuente debilidad funcional en las piernas. No es sorprendente, puesto que la debilidad funcional en las piernas también es un problema de control del cerebro.
La retención urinaria crónica se produce cuando la vejiga se llena y no se puede orinar en absoluto, o sólo se puede orinar un poco, dejando mucha cantidad de orina en la vejiga. Hay muchas causas de retención urinaria crónica, como problemas con la próstata en los hombres o estrechamiento de la uretra, que restringen la salida de la orina de la vejiga. Además, las enfermedades neurológicas estructurales que afectan a la médula espinal pueden causar parálisis de la vejiga.
Aún estamos aprendiendo mucho sobre la retención urinaria crónica, pero estamos viendo que en algunas personas parece producirse por un trastorno neurológico funcional.
Una situación en la que suelen observarse síntomas de vejiga sin ninguna evidencia clara de enfermedad neurológica es en los pacientes ingresados en el hospital con sospecha de hernia discal en la espalda. Los pacientes con fuertes dolores de espalda a veces presentan debilidad en las piernas, entumecimiento en las nalgas y síntomas vesicales que pueden parecer, clínicamente, muy sospechosos de una hernia discal que comprime la médula o los nervios que bajan a la vejiga y piernas (este conjunto de nervios se denominan “la cola de caballo”). Una compresión de este tipo puede tratarse de un problema grave que requiera una intervención quirúrgica urgente en la espalda para evitar secuelas.
Pero cuando los pacientes en esta situación se someten a un escáner o resonancia, alrededor de la mitad de ellos no tienen nada que comprima ni que explique los síntomas. A veces, hay otra causa de enfermedad neurológica que debe encontrarse por otros medios, como análisis o punciones lumbares. Pero aun haciendo estas pruebas, a menudo no hay ninguna causa identificable. En muchos casos, estos síntomas suelen coincidir con un fuerte dolor de espalda.
Hoy día se está descubriendo que estos síntomas de debilidad en piernas y síntomas urinarios pueden ser producidos por un trastorno neurológico funcional. El desencadenante más frecuente es ese dolor intenso de espalda, que activa la “alarma” cerebral y provoca el desarrollo de síntomas funcionales urinarios y de debilidad en miembros inferiores.
Los síntomas de vejiga irritable pueden tratarse a menudo de forma bastante eficaz con medicamentos que relajan la pared de la vejiga.
Si tienes inestabilidad del detrusor o síntomas de vejiga irritable junto con otros síntomas, como dolor de espalda y debilidad en las piernas (y los análisis y escáneres son normales), puede ser útil saber que todos ellos están relacionados entre sí, dentro de un TNF.
Si tiene estos síntomas, puede que le convenga consultar a profesionales como enfermería o fisioterapeuta especialista en síntomas urológicos, obviamente asesorado por Urología y Neurología.
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