¿Hasta qué punto son fiables los signos clínicos de los TNF, como el signo de Hoover y la prueba de acompasamiento del temblor? Parecen importantes, porque así es como se realiza el diagnóstico de un TNF. Si no son fiables, ¿hasta qué punto lo es el diagnóstico?
El diagnóstico de un TNF depende de que se encuentren signos positivos en la exploración que reflejen una disfunción del sistema nervioso. No se trata de hacer muchas pruebas, como escáneres cerebrales y pruebas de conducción nerviosa, y demostrar que son normales. No es un diagnóstico de descarte, porque todo salga normal.
Hay muchos signos clínicos positivos descritos y no hay espacio para describirlos todos aquí. Se describen en cada una de las páginas pertinentes de este sitio web. Algunos de ellos se enumeran en la siguiente tabla, extraída de un artículo de revisión sobre TNF (1).
Pocos signos físicos en neurología son fiables al 100% y siempre deben interpretarse según el contexto, pero los neurólogos los han utilizado eficazmente durante cientos de años para realizar diagnósticos neurológicos y agrupar a las personas en afecciones que se benefician de tratamientos comunes.
Por ejemplo, la enfermedad de Parkinson ha sido un diagnóstico clínico durante la mayor parte de los últimos 100 años basado en la detección de un temblor de reposo típico en los brazos, un cierto tipo de rigidez y lentitud de movimientos. James Parkinson reconoció esa combinación en 1817 y lo que observó ha resultado ser notablemente coherente. Cada uno de esto signos por sí solos no son tan fiables, puesto que se puede tener temblor, rigidez o lentitud por muchas razones, pero la combinación en el contexto clínico adecuado aumenta la precisión del diagnóstico de Parkinson.
Los escáneres cerebrales habituales, como la resonancia magnética y la tomografía computarizada, suelen ser normales en la enfermedad de Parkinson, al igual que en los TNF. Ahora disponemos de otras pruebas que nos ayudan a diagnosticar la enfermedad de Parkinson (es decir, el DAT-SCAN). Éstas ayudan en algunos casos, aunque en otros no son útiles porque nos encontramos con personas que clínicamente tienen claramente la enfermedad de Parkinson, pero tienen un DAT-SCAN normal.
En el caso de los TNF, cada uno de los signos exploratorios tiene un grado variable de fiabilidad. Los estudios que los analizan demuestran que pueden discriminar entre pacientes que tienen debilidad funcional en las piernas y pacientes que tienen debilidad por otras enfermedades neurológicas, incluso cuando los médicos no saben de antemano cuál es el diagnóstico (evaluadores “ciegos”) (2,3). Algunos de ellos, como el signo de Hoover, son muy fiables en estas pruebas y para otros signos tenemos menos datos o hay que ser más cautelosos.
No existe un signo clínico que sea siempre fiable para un TNF, ni para la mayoría de las enfermedades, ya sean neurológicas o psiquiátricas. Cada signo debe combinarse con otros signos y con la historia clínica para llegar a un diagnóstico racional. Un neurólogo experto debe aprender a valorar cada uno de sus hallazgos e investigaciones y llegar a una conclusión. Esa conclusión puede ser que saben lo que está mal porque reconocen todo el patrón, como en el Parkinson o en los TNF. A menudo, en Neurología no es posible llegar a una conclusión certera y el médico debe decir que no está seguro. En otros pacientes puede haber más de un diagnóstico. Es frecuente, por ejemplo, que los pacientes padezcan una enfermedad neurológica como la esclerosis múltiple y además un TNF.
Así es como funciona la medicina. Es una ciencia, pero también una habilidad y, por lo tanto, puede ser propensa al error humano. Lo importante es que si tienes un TNF, recibas un diagnóstico razonado y bien explicado.
Se redirigirá a la página de donaciones de la Universidad de Edimburgo, que permite realizar donaciones de forma segura. Las donaciones se usarán para mantener esta web y para la investigación en TNF. a